Crónica de Poncho K, acústico en Almansa.

¿Qué cómo es un concierto acústico de Poncho K?, pues ayer en Almansa tuvimos la ocasión de apreciarlo. El bar 'La Cabaña del Tio Rock' era el sitio donde se desplazó el sevillano con su banda al completo para juntarse con la gente y cantar su repertorio. El formato realmente era semiacústico, porque la única diferencia con el directo era la sustitución de las guitarras eléctricas por la acústica de Poncho y la española de Ernesto.


¿Qué tal todo?, el ambiente del bar era buenísimo, incluso tuvimos la ocasión de hacer algunos compadres que nos animaron a volver en otra ocasión. Esto se notó durante toda la noche, desde la llegada de poncho sobre las 11 al pequeño escenario, hasta que poco a poco fue llegando la madrugada. Alrededor de 100 personas estarían dentro del local; nunca el dicho de “Poquito y bueno” fue tan acertado.


¿Qué decir del concierto?, bueno un concierto tan próximo como es un acústico cada uno lo vive a su manera. Yo lo que realmente noté fue mucho flujo de sentimiento entre el público y el Poncho. La gente pedía canciones, algunas eran tocadas, mientras que otras ya habían sido olvidadas en la memoria del cantante. En otras ocasiones el sentimiento del cante, cuando se aproximaba al flamenco, hacia exaltar al público. Sonaron las canciones más conocidas, que todo el mundo conocía y otras menos exitosas. Sorprendió el tema “Como los punkis gitanos” (creo recordar), que tocó en primicia para Almansa, y pudimos apreciar por donde irán los tiros del nuevo trabajo que esperemos que salga en el próximo año. Grata sorpresa me llevé en la versión de Extremoduro “No me calientes que me hundo”, me dejó bastante embobado porque le quedó estupenda, aunque luego Ernesto me reconoció que le había faltado meterle algún punteado. Terminó el concierto con los temas de siempre: “Sopa de cariño”, “Mentiras de sal”, “Bla, bla, bla”.

¿Cómo se terminó la noche?, poco a poco se fue desmadrando todo. Los músicos, después de descansar un rato tras el concierto, volvieron a mezclarse entre la gente. Tuvimos la ocasión de saludarlos, comentar, echarnos fotos, jugar al futbolín, fumar, beber, cantar, hablar de cosas personales, hasta jactarnos de ellos. La buena música que pusieron después en el bar con temas que nos gustan a todos, hizo que el compadreo se hiciera largo.

¿Y qué decir más?, pues nada más, sólo añadir que conocimos a una forera del foro de Poncho y ella fue la que nos animó y nos lanzó a conocer a todos los del grupo. Un concierto muy bonito de los que se quedan grabados en la memoria y hace placentero escribir una pequeña crónica.







EL COMPADRE MIGUEL (http://compadreorock.blogspot.com/)