martes, 28 de enero de 2014

Crónica del concierto de Sinkope en Elda (Alicante)


Si quedaba algún grupo pendiente por ver en directo en la zona de levante, ese era Sinkope; que después de varios años sin acercarse hacer ningún bolo por aquí, salvo Festivales, tuvimos la oportunidad de disfrutarlo. El lugar elegido para dar metralla, era la sala Texola de Elda, en pleno casco urbano de la población. Un espacio que a nuestro parecer es magnífico para acoger pequeños conciertos, donde el público palpa con las manos el escenario y las barras están a tiro de piedra.

El espectáculo empezaba con la banda invitada Etniah, que realizaron excelentes versiones de grupos heavys estatales como: Tierra Santa, Barón Rojo o Mago de Oz. Un grupo perfecto para amenizar la espera y que copó el tablao, destacando de ellos la instrumentación de viento y cuerda con las flautas y el violín.


“A continuación”, empezarían los extremeños. Sus canciones siempre han estado rociadas de buenas metáforas sobre el amor, la propia vida, los desencuentros personales y la tierra, en el directo todo esto se hace más plausible. Los temas de su último disco siguen sorprendiendo, letras y música que acaba calando, haciéndose imprescindibles para el directo. Tal fue el caso, que incluyeron hasta siete canciones dentro del repertorio preparado, todas ellas cantadas con bastante entusiasmo por el público. Cabe destacar, el tema “Pa cuando me juzguéis”, que sorprende tanto cuando la escuchas en el disco como en el directo, llegándola a tocar hasta dos veces, la última recitada por Vito junto a la gente de manera muy cercana. El tema “Político, Católico y Putero” también funciona a la perfección en directo, despertando la vena más reivindicativa en lo social.


Repasaron su larga discografía con temas conocidos por todos los sinkoperos, desde “Romance de la luna gitana y el sol poeta”, pasando por “Al Socuello de tus Pechos de Seda” o “Encanutao”, hasta llegar a cantar “En tarros de miel”. Un buen tracklist que al final de la crónica hemos intentando recordar. Durante todo el concierto, los asistentes estuvieron bastante tranquilos sin demasiado apegotamiento, se notaba que faltaba chavalería joven, siendo extraño este corte generacional cuando Sinkope es un grupo que se asemeja en lo musical a otros como Marea o Extremoduro.

Hablando de la forma de afrontar el directo, podemos escribir que defienden las canciones con mucha destreza y buen hacer. El pasado verano en Villena ya notamos las tablas que tienen a sus espaldas, si esto se junta a la buena sonoridad de la sala, la actuación queda redonda. Cabe señalar que durante buena parte del concierto el cantante tuvo problemas con el pinganillo, pero sin más importancia. Todos los componentes demostraron que están bastante rodados, se nota una excelente coordinación entre ellos, teniendo en cuenta que en el pasado octubre cambiaron al batería Manu Peña (16 años en el grupo) por Ferdi "Gato" Hernández. Las guitarras rockeras son el fuerte, para ello Alberso y Chino, intercambian riffs y punteos que hacen animar al personal. Miguel con el bajo destaca en la manera de darle fuerza a la actuación cuando en algún momento baja el ritmo. Por último, Vito, alma del grupo, va tirando de rama (nunca mejor dicho), subiendo el nivel de complicidad entre la gente y la banda. Destacar como acabó la actuación, bajándose junto al público para cantar y bailar en el tema de “En tarros de miel”. También amenizó mucho las canciones soltando su sangre gitana en los cantes, recitando estrofas, intercambiando palabrería con los asistentes y dando pinceladas de las interpretaciones personales de cada tema. Incluso dedicó la canción “El carro de la vida” a su compadre Kutxi, “no por lo que hace, si no por lo que es”.

Las giras de Sinkope suelen ser a cuentagotas, llevábamos años queriéndolos ver en un concierto integro, que es donde se ve el verdadero potencial del grupo, la oportunidad mereció la pena. Y como reza Vito:

“Permitidme que os diga, pa cuando me juzguéis,
que también os moriréis y tenéis donde callar.
Y, si no os gusta mi vivir, os tendréis que aguantar:
la mente se puede abrir y el cristal desempañar.
Vivid y dejad vivir. Soñad y dejad soñar.”


Tracklist:

Autovitografía (Por encima)
Matar se me Olvida
Romance de la Luna Gitana y el Sol Poeta
Al Socuello de tus Pechos de Seda
Político, Católico y Putero
Donde el Viento se Acuesta
Si soy Molino (Grano Limpio)
A un beso mio le llaman ruina
Los Trajes de mi Voz
Cuando no te Pones Falda
A merced de las olas
Encanutao
Tirando de Rama
El Carro de la Vida
Humo de Contrabando
Pa Cuando me Juzquéis
En Tarros de Miel
Pa Cuando me Juzquéis (segunda vez)

El Compadre Miguel

lunes, 23 de diciembre de 2013

Doblete Suave en Massanassa y Sant Vicent del Raspeig

Alguna vez se me había pasado por la cabeza acostarme con dos mujeres a la vez, pero nunca había llegado a pensar que podría asistir dos días seguidos a un concierto de Rock del mismo grupo, la locura valió la pena. El planteamiento inicial era ir a ver a Los Suaves, que dentro de su gira de “Los 1000 conciertos”, hacían escala en la franja mediterránea, visitando la localidad de Massanassa para el viernes 20 de diciembre; pero el azar, nos hizo alargar el “festival suave” hasta el sábado, ya que al Compadre jugón le tocaron dos entradas para ir a verlos en Sant Vicent del Raspeig al día siguiente.


Siempre me ha gustado comparar actuaciones, así que esta vez por proximidad horaria, no podía ser menos. La del segundo día fue de mucha mayor calidad de sonido, tal como estuvimos reflexionando con Charly al final de todo, que la del primero. Los instrumentos sonaban con la rudeza que exige el Rock y la voz de Yosi se escuchaba con bastante claridad, dentro de sus limitaciones. Alberto esta vez no se enojó como se apreciaba en Massanassa y alargaron los bises con el tema “Mi casa”. El track list fue un calco los dos días, a excepción de esta última; aun así, las vibraciones fueron mucho mayores en Sant Vicent. Esto son cosas de los directos, no hay dos igual.


La convivencia suave durante los dos conciertos seguidos, nos hizo vivir junto a ellos momentos que van más allá de la pura actuación, de esta forma me gustaría trazar la crónica recalcando la figura individual de cada uno, tanto en lo musical como en la proximidad al público sobre todo. Y digo proximidad, porque como en las siguientes líneas se podrá leer, hubo algo más que simple contacto sonoro entre ellos y nosotros.


 Yosi, alma mater del grupo, carisma, una bestia enjaulada encima del escenario, transmite emociones a los presentes. Es difícil dejarlo de mirar cuando estás disfrutando del concierto, a veces, parece que dice más cosas con sus gestos y muecas que, con las palabras trabadas que suelta. El grupo lo tiene como protegido, es el primero en marcharse al terminar el bolo, la gente le rodea y le sigue hasta que desaparece. Se desplaza casi en volandas llevado por los incondicionales, todos quieren tocarlo, y él intenta decir cosas, pero como bien reza en alguna canción “nadie escucha lo que digo”. Su despedida de la sala, se asemeja a aquella portada de su disco “Malas Noticias”, donde Yosi, yace muerto rodeado de gente y sujetado por sus fans.

Fernando juega el papel de segundo guitarra, pero no por falta de nivel, sino más bien porque el primero es su maestro. Se le vio taciturno en el segundo concierto, cosa poco frecuente en él, pero todos no podemos estar siempre en nuestro mejor día, somos personas, en el tema final “La noche se muere”, acabó tocando sentado y con los ojos cerrados. A la salida, le pudimos robar 30 segundos para hacernos una foto, antes que se fuera junto a Yosi.


Alberto, es puro perfeccionismo y sensatez, parece la cara opuesta de Yosi. El primer día estuvo cabreado por la mala sonoridad del recinto y motivó que el concierto acabara pronto, el segundo día se le vio con mucha más energía, va sobrado en las seis cuerdas y regala solos a caudales. Pudimos compartir instantánea con él, aunque es mucho más serio que los dos músicos que nos quedan por describir.

Tino, aun siendo una persona tímida, cuando baja del escenario después de darle a los palos, es todo un anfitrión del grupo. Se nota que la juventud le une a muchos de los fans y conversa con ellos, como si los conociera de siempre. Nunca dice un “no” a una foto y además le gustó preguntar por las camisetas que llevábamos. Le hicimos un buen interrogatorio sobre los planes futuros del grupo y le dimos la enhorabuena por el directo editado recientemente de la gira anterior, donde nosotros como buenos gatos aparecemos.

 

Charly, hermano de Yosi, es la auténtica pieza que mueve Los Suaves y los ha arrastrado a donde están, o por lo menos, esa fue nuestra impresión. Sobre el escenario en segundo plano junto a su bajo y ampli, es simpático y se divierte junto a la gente, tiene el sano trastorno de ser risueño. Derroche de simpatía al terminar el concierto, no dejó a nadie sin su ración de maullido. El primer día nos impresionó verlo tan cercano con los que nos congregamos en la puerta de salida, intercambiamos impresiones, opiniones, preguntas e incluso estuvimos analizando un antiguo video que vimos junto a él, de una actuación de los años 80 del grupo. Varias son las frases que nos dejó: “el grupo es grande porque vosotros lo habéis hecho grande”, “nos gustaba poner al rojo el ampli”, “yo me río desde arriba al ver vuestras caras”, “esto que os acabo de contar si lo ponéis en internet os lo negare, jejeje”, “gracias por venir”. Sus palabras fueron “chapa” en estado puro, se fue el último junto a los últimos gatos que aún recorría la noche. Nos quedamos con las ganas de compartir fiesta post concierto con él y con los demás compadres que allí conocimos, que se vuelva a repetir.


En nuestro papel de viajeros por los conciertos, coloco un nuevo hito musical, al haber podido conocer a Los Suaves y en especial a Charly mucho más en profundidad. Sabemos que se acordará de nosotros la próxima vez y nosotros de él por siempre. De regreso a casa, después de “dormir en los portales” y “viajar al fin de la noche sin billete”, estuvimos recordando todo lo sucedido, es lo que queda cuando la música se termina.


El Compadre Miguel

jueves, 23 de mayo de 2013

Viajando al fin de la noche

Los Suaves llenan la sala Gossip de Vila-real dentro de su gira de los 1.000 conciertos.

Os lo juro por mi vida, lo confieso... no puedo dejar el Rock. Dicen que cuando los sueños se van, ya nada vale, la suerte está en contra tuya y toda tu vida es pura monotonía, siempre igual. Por suerte, todavía resuenan en mis oídos aquellos acordes... aquella voz, triste y cansada, de un Yosi en estado puro, pletórico, exultante... tal vez sea porque el equipo de sus amores, su atleti, había conquistado el título de copa del rey tras imponerse a su eterno rival, el Real Madrid. Así lo demostró y nos lo hizo recordar varias veces durante las dos horas intensas que duró el concierto.



Hasta Vila-real que nos desplazamos mi compadre y yo el pasado viernes 17 de mayo, San Pascual Bailón (o San Francisco Express, que también queda bien), patrón de la ciudad. Por una vez en la vida pensé que la noche iba a ser distinta y así fue, tanto como el concierto de Los Suaves, que empezó a las 00:30 horas, después de que las puertas de la sala Gossip abrieran a las 23:00 h. Una vez dentro, pudimos comprobar que la sala no era muy grande, pero sí muy acogedora, recibiendo a los gatunos que poco a poco se adentraban en ella hasta alcanzar las 700 personas que se dieron cita aproximadamente. La temperatura en la sala ascendía cada vez más con el paso de los minutos, tanto que el sudor en el cuerpo era una realidad, sobre todo si ibas abrigado, como yo. ¡Maldita sea mi suerte! Menos mal que después ya corría el aire en el interior de la sala y se pudo hacer más llevadera la estancia.
Hay canciones que nunca pueden faltar y, de hecho, nunca faltan en un concierto de Los Suaves, como ‘Palabras para Julia’, ‘Dolores se llamaba Lola’, ‘¿Sabes? Phill Lynot murió’ o ‘El afilador’, que hicieron enloquecer al público asistente. Dentro de la veintena de canciones que se marcaron, que no es poco, eché de menos algún tema que otro como ‘Si pudiera’ o mi preferida ‘Malas noticias’. Aún así, pude disfrutar de algunas canciones que jamás había escuchado en directo y con las que nos lo pasamos en grande, como son ‘La ciudad se llama perdición’, ‘Llegaste hasta mí’ o ‘Peligrosa maría’, con un Yosi juguetón y regocijado en todo momento, sin parar de hacer las bromas y burlas de turno tanto al público como a los demás miembros del grupo.

El concierto llegaba a su fin, se veía venir. En estos casos, cuando la música termina, lo mejor que puede hacer uno es no parar de aplaudir, sonriente y cegado por los focos de la luz, y rendirse ante los pies de unos mártires del Rock & Roll como son Los Suaves, uno de los grupos de rock más grandes que han existido y existirán sobre la faz de la tierra.



Salimos de la sala a las 02:33 h. Toda una madrugada, fría y apagada, nos quedaba por delante hasta que saliera el primer tren de regreso a casa, así que tocaba hacer un poco de Pardao. Mientras, las horas en procesión pasaban lentas, despacio, como un segundo en el reloj de dios. La noche se muere, se estaba cayendo, casi como nosotros, que, como dos niños pequeños, vimos brillar las estrellas como nunca o... tal vez, ¿quién sabe? nos trajimos una con nosotros esa misma noche (mil gracias, Charly).

Son tantos los recuerdos que guardo en la memoria y en el corazón de aquella noche suave y larga madrugada por las calles de aquella ciudad llamada perdición que parece que aún fue ayer. Tantas horas deambulando por ahí, perdidos en la sucia soledad, ahogando la fría noche después de volver a disfrutar de un concierto de Los Suaves fue, sinceramente, un dulce castigo.

A las 6:55 h. cogimos el tren. Ya nos vamos. Era hora de dormir.

EL COMPADRE WILLY

domingo, 23 de diciembre de 2012

15 años mareando con el Rock.

Crónica del concierto de Marea en Valencia.

El 24 de diciembre de 1997 empezó la andadura descalza por los caminos del rock estatal una banda llamada La Patera, y que por razones ya archiconocidas por todos, acabó llamándose Marea. Formado por unos chavales de Berriozar llamados José Carlos Kutxi Romero, David Kolibrí Díaz, Alén Ayerdi, Eduardo Beaumont el Piñas y César Ramallo (que nunca se hubieran imaginado abrirse un hueco en el mundo de la farándula rockera), han conseguido cubrir 15 años juntos y llegar a lo más alto; lugar donde a algunos les acaba dando vértigo, pero a estos tipos parece que no.  En estas 5 477 puñaladas que preceden a la fecha de celebración de su decimoquinto cumpleaños, con un concierto muy especial en Valencia, se han forjado numerosas leyendas,  canciones, vivencias y sobretodo compadres. 


En este andar junto a ellos, como meros objetos, hemos visto como han ido recopilando una serie de temas, que forman parte de nuestra vida y que nos conducen a momentos puntuales. Aprieta el “Play”, deja sonar el reproductor y de buen seguro te transportará a otro lugar. También hemos conocido personas, que por gustos o colores, hemos acabado compartiendo bares, conciertos y vasos llenos; aunque seis discos dan para mucho y algunos de estos compadres se han ido difuminando por la vida. Porque los viajes en patera son así, conducen hacia un futuro incierto y nunca sabes quién acabará cayendo al agua. Por lo tanto, dos son los elementos fundamentales que mueven a una banda, las canciones y el público, Marea los tiene.

Después del resumen introductorio, donde se ha divagado bastante por el tiempo, vamos a desgajar los mejores momentos de la noche del 22 de Diciembre del 2012, que no son pocos.

Con un recinto muy poco acondicionado para albergar conciertos de música, donde la división grada-pista, tira bastante hacia atrás para acudir a verlo, nos presentamos en el aparcamiento de la Fonteta de Sant Lluís mezclando vino con cola y compartiendo impresiones sobre la vida en general. Una vez dentro, la primera rareza de la noche. Nos localizamos en la grada para ver el espectáculo como si fuero aquello una ópera reconozco que nunca había estado allí arriba viendo un concierto, y en el bailoteo, tenías que ser malabarista si no querías irte de morros.


A las 10 en punto, empezó a sonar la música y la hoguera empezó arder, desde el primer minuto se observó que aquel concierto seria especial, el subtítulo de la entrada “Fiesta XV aniversario de Marea” se iba hacer realidad. El listado de canciones, no disgustaría a nadie, porque tocaron de todos los palos, todas aquellas letras que te gustaría escuchar en directo las hicieron sonar, incluso alguna más como: “Mil quilates”, “Barniz”, “Manuela”, “Que se joda el viento” o el poema musicalizado de Lorca “Ciudad de los gitanos”. Numerosas fueron las colaboraciones sobre el escenario, todas ellas con gente humilde como son los que están día a día con la banda, los miembros de Bocanada y muy especial, la voz de uno de los componentes que forman Mochila 21, cantando al final del concierto el tema de “Marea”.


A destacar también, la versión que se marcaron de “Malas noticias”, canción homenaje a la incombustible banda gallega Los Suaves, donde subieron a cantar dos de sus seguidores que a palabras de Kutxi: “han ido a más conciertos de Los Suaves que los propios Suaves”. Aunque no desató la euforia colectiva, por la juventud e inexperiencia en el mundo del rock de muchos de los asistentes, a algunos sí que nos llegó a erizar algo más que los pelos.


Ver a Marea sobre el escenario, es fijarse en su incombustible cantante, Kutxi Romero, despilfarrando toques de genialidad a viva voz. La planta que tiene sobre el tablao es muy largar, no parando ni un segundo, moviéndose, recitando poemas, dedicando canciones, derrochando humildad o realizando una presentación larga y tendida de los demás componentes. Como le dijo en su día Roberto Iniesta: “Dices unas cosas muy bonitas entre las canciones”, eso fue lo que le enchufó ayer con los seguidores, además del micro con las letras tan crudas y reales que canta.


Durante toda la noche y a ritmo de la música, el dibujante de los Marea estuvo elaborando un mural que luego sería vendido. Una especie de calavera crucificada emulando a Jesucristo, que poco a poco fue cogiendo forma y que seguramente alguien del público acabaría llevándose a casa, para ponerlo en el comedor. Un buen recuerdo sin duda del concierto.


Como colofón final, estaba claro que quedaban las canciones que mejor describen a la banda “El perro verde”, la versión del Cabrero “Como el viento de poniente” y la que puso en su día nombre al grupo, “Marea”. Aunque antes, a modo de sorpresa por el cumpleaños, algunos amigos les hicieron llegar regalos, como unas chapelas, por su aniversario. También los grandes del Rock tuvieron el detalle de felicitar con un video a los Marea por el día tan señalado, momento que emocionó tanto a los artistas como a los asistentes, donde apareció gente como el Drogas, Rosendo, La vela puerca, Fito, Barricada o el Yosi con la guitarra. Por nuestra mala ubicación en el recinto, no lo pudimos apreciar con claridad; así que esperamos que en los próximos días alguien lo ponga en su página para poderlo ver bien, porque no tiene desperdicio alguno el detalle.


La hoguera se mantuvo viva a lo largo de las 3 horas, que sin parar, se marcaron; dejando con un buen recuerdo a los asistentes y cerrando la gira que durante más de un año les ha llevado por España y Latinoamérica. La noche no podía llegar a su fin tan pronto, y tuvimos que ir a trastear un poco más de rock, para seguir mareándonos por alguno de los barrios de Valencia, intentando destacar los mejores momentos, que hoy se han intentado plasmar en este papel.


El Compadre Miguel
Colaboración especial del Compadre Juanjo
www.compadreorock.blogspot.com

lunes, 19 de marzo de 2012

Hombre y naturaleza en el rock urbano.


El rock siempre ha sido un hacer musical comprometido con la sociedad, observando sus problemas y reflejándolos en buena parte de sus letras; poniendo de manifiesto en ellas, la inquietud de ciertos sectores sociales en torno a los desequilibrios, la destrucción y la despreocupación de los gobernantes, por el presente y el futuro de la vida en la tierra. En este sentido el Rock que canta en castellano ha sabido y ha añadido a su propia idiosincrasia esta característica, sobretodo en la modalidad apelada como rock urbano, que surgió en los años 70 con grupos como Leño o Asfalto, y que hoy en día aun resuenan con fuerza. Este no pasar de moda es una de las leyes más importantes de su música, que hace que sus seguidores sean fieles, y con ello que las modas no tengan sentido. En este artículo trataremos de coger una pequeña muestra de algunas de las letras que más se adentran en los conflictos de la destrucción del medio natural, el acelerado progreso aplastador o la visión del hombre como el mayor depredador de la historia. Para ello hemos realizado una selección de 10 temas de grupos distintos del rock, para observar sus ideas y su forma de mirar estos problemas.

Revisando por las discografías más básicas nos encontramos con un titulo del grupo extremeño por excelencia que ya lo dice todo, “Última generación”. Letra que esta  catalogada como radical o excéntrica por el martillo incansable de nuestra opinión pública, habla abiertamente de una idea que podría ser más plausible que el futuro esperanzador que nos venden a toda hora. En ella Robe refleja parte de su preocupación por el mundo que le rodea, haciendo alusión a las causas del problema: “sin cerebro ni corazón”, “contaminadores cazadores y al matón y al alcalde”, “4 listos”; y como no a los efectos producidos: “Se acabaron ya las flores”, “no hay peces de colores”, “bosques de cemento y montañas de metal”. Sin lugar a duda un alegato al medioambiente, con el duro mensaje que la nuestra será una de las últimas generaciones en poder vivir en la tierra.

Dejando de lado el grupo de Extremoduro, pero sin marcharnos de su tierra, nos encontramos con otra formación preocupada por el medio, los Sinkope. Puede ser que el hecho de vivir en un rincón tan poco desarrollado por el progreso, desde él se observen con mayor énfasis los efectos producidos por la mano del hombre actual, y esto queda plasmado en un buen puñado de sus canciones. Como ejemplo escogemos el tema “Avanzando pa’atrás”, recientemente reeditado, en donde su cantante Vito realiza una buena reflexión sobre el progreso actual que lo considera retrocedor “se brinda por el progreso y se avanza pa’atrás”; además de regalarnos frases estupendas como las que canta en el estribillo:

“crecen los desiertos
cruje el equilibrio, mengua la vida
se oxida el medio ambiente y el ozono tiene mono
es adicto al insecticida
el monte no tiene ni pechos ni curvas
el río está enfermo
el mar esta triste, es una gran tumba”

Con este y otros temas como: “Y pare Madrid”, “Llegará el día”, “Suciedad y una pregunta” o “Y evoluciona el hombre (Salvajes civilizados)” vemos como parte de sus escritos contienen esta temática de acción antrópica.

La contaminación, es uno de los efectos que mejor se aprecian sobre la naturaleza al paso del Homo Sapiens. Con ello el grupo vasco Platero y tu en su disco “Muy deficiente”, quiso mostrar su descontento con la canción “Contaminamos”, escribiendo sobre los efectos más claros que produce: “humo”, “basura”, “alquitrán”; con la vista puesta en las generaciones futuras:

Pero usted siga tranquilo que nada le va a pasar. 
Usted siga respirando, dentro de cien años Dios dirá”

Todo se resume en la palabra “Desarrollo sostenible, que tan de moda esta en el vocabulario de nuestros días, para ser proclamada y no cumplida.

En el mismo sentido que los anteriores artistas, tratando las ideas de colapso en la civilización, de degradación ambiental y de involución, llegan las letras de uno de los grupos que mejor ha sabido hacer rock urbano, Transfer. Sus textos siempre cargados de problemas sociales, en este caso clava la estaca con su tema “Seres humanos”:

“Donde existan los sentimientos
y no destruyamos parar crear
donde nos llamemos seres humanos
porque lo seamos de verdad.”

Otros artistas también cantan y agrietan sus frases con los destrozos que realizamos a diario, y encima lo dicen bien claro. Poncho k, a lo largo de toda su discografía, siempre aterriza con alguna palabra para hacernos reflexionar, canciones como “Duermes”, “Destrucción” o “Corrientes demolientes” no dejan títeres con cabeza, mientras juega con la poesía:

“Ni que un sueño me despoje de paisajes olvidados 
ni aún sabiendo ni la paz gane a la guerra por soldados 
dejen que el árbol que solo deshoje y razón no ganar ni gane 
solo en brotes que mantenga bastará. ¡No quiero empates!”

Entrando en el tema más social y la forma de actuar, podemos incluir algún himno del maestro Rosendo. Ya en sus primeros discos de Leño con “Cucarachas” o más reciente haciendo referencia a la crisis actual con “Amaina tempestad”, pone en duda las formas de proceder de la sociedad humana.  

“Al menos una vez hacerlo a mi manera”.

Con la misma intención Benito Kamelas realiza una sublime canción protesta, “La copa América”, para rechazar el modelo económico que tiene la región valenciana, con el montaje de grandes eventos.

Un desastre natural que marco a la población española en especial, y que quedo plasmado en canciones, sobretodo en los letristas del Noroeste de la península, fue el llamado “Desastre del Prestige”, durante el otoño del 2002; buena época para escribir mala para mariscar. Entre ellos, gente como Yosi de Los Suaves o Rulo de La Fuga, no pudieron dejar de dedicar en sus posteriores discos unas palabras a su estimado e inspirador mar. En sus canciones la música se suaviza para ganar ternura con las letras. “Deja de llorar, mi amor” es la desnudez poética más clara, siendo una declaración de amor de Yosi a su mar gallego; que no se puede explicar, solo leer:

“Deja ya de llorar mi amor
más o menos cada diez años la misma historia,
la misma canción.
Deja de llorar mi amor
otra vez regresando los tiempos de sucio azabache
y abrazos de pez.
Deja de llorar mi amor
la reunión del mar aguantando, gritando en la asamblea.
Mi amor no llores, por favor espera
pues el techo de las mareas sigue siendo un tejado
con goteras.”

Sin lugar a duda, uno de los mejores temas sobre el Prestige, desde la experiencia que ha dado la vida a este viejo roquero, a sabiendas que este tinte negro se produce periódicamente y nadie podrá reparar lo ocurrido con pancartas y voluntarios.

Todo este destruir de ecosistemas, no es la única huella que el ser humano esta dejando sobre el planeta; siendo exclusivo de la especie humana, además de intentar luchar con las demás por la supervivencia, luchar con sus semejantes para sobrevivir como miembro. Este efecto se observa muy claramente en la desigualdad entre razas, adquiriendo masiva preocupación en una parte de su cuerpo social y reflejado en las letras de los artistas más comprometidos como Reincidentes o Barricada.

El primero con su tema “El sur”, incendia su letra reivindicando el consentido aprovechamiento del dominador primer mundo a sus homólogos del tercero.

“Explotando al sur se puede
vivir con comodidad
su salvaje podredumbre
es fuente de capital.”

Con “Oveja Negra”, los navarros del barrio de la Chantrea, culminan esta idea de desigualdad, apuntando a la cabeza del verdadero culpable de esta esclavitud permitida por los hombres. Una canción cargada de ironía y de verdades indecibles.

Cuando el negro es un hombre
es buen momento para el cazador
el blanco se pone nervioso
y comienza a llenar el cargador”
                                                                                                 
Todo este puñado de canciones representa, al fin y al cabo, el pensamiento de un grupo social que esta comprometido con los valores aquí expuestos a lo largo de estos párrafos. Sin lugar a duda el rock además de tener una forma muy excéntrica a la hora de presentarse con música dura (rock en inglés es roca), tiene un mensaje muy explicito que no puede pasar por alto el destinatario, siendo una forma de comunicación muy divulgativa y que cala en las personas. Puede llegar a decir más un pequeño estribillo que un discurso elocuente, solo hay que pararse a escuchar.


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