sábado, 18 de abril de 2009

27 años de "Barricaditis".

Hace hoy justo 27 años que nació una de las mejores bandas de rock del Estado, por no decir la mejor. Muchos años han pasado desde aquel 18 de abril de 1982, pero mi osadía y devota admiración hacia el grupo me llevan a que hoy, desde la humildad y mi profundo respeto, dedique unas cuantas líneas a la banda que, junto a Marea, me abrió de par en par las puertas del Rocanrol y me enseñó a amarlo hasta la saciedad.


Efectivamente, como la mayoría de ustedes estarán pensando, estoy hablando de BARRICADA, de los barri, vamos, los de toda la vida. Sería una gran falta de respeto descubrir y definir a estas alturas lo que han significado y significan para el Rocanrol, porque conocerlos, los conoce hasta el tato, y de sonarles, hasta mi vecina del quinto. A lo que voy, Barricada es el ejemplo vivo del Rock que ha marcado una época y ha ocupado inevitablemente un hueco grande en nuestros corazones; y el que diga lo contrario o haga ascos al sentido de mis palabras, sencillamente no sabe lo que dice, porque amar a Barricada es amar al Rocanrol. ¡Y punto!

Porque, ¿Qué hubiese pasado si El Drogas y Boni no se hubiesen topado en aquel autobús que les llevaba a la Txantrea allá en 1981? Pues, una, que ahora mismo yo no estaría escribiendo esto, y, dos, que Barricada difícilmente habría existido.
Porque, efectivamente, así es como empezó todo. El Drogas, que ya hacía sus pinitos como cantautor y tras realizar la mili, de la que se trajo una tuberculosis y el nombre de lo que sería su grupo, asistió un buen día a ver un concierto de Némesis en la plaza del Rastro de la Txantrea. El guitarra de aquel grupo era el Boni, quien a los pocos días abandonaría la banda para buscar algo más serio. Casualidades de la vida, que, cuando el Boni bajaba desde Pamplona a la Txantrea en autobús para recoger sus instrumentos, coincidió con el Drogas, quien le propuso formar un grupo. Y así digamos que empezó la historia, anticipándonos, de alguna manera, a lo que a la postre sería Barricada.

Ambos iniciaron un camino sin rumbo, quedaban para ensayar, daban forma a las primeras canciones, pero claro, les faltaba un batería y recurrieron a José Landa, viejo conocido de El Drogas. Aprovechando que todos los domingos en la Plaza del Rastro de la Txantrea se organizaban conciertos, no quisieron perder la oportunidad de tocar. Y así fue, el primer concierto de Barricada fue en aquella plaza, en la misma que empezó todo, el ruido, aquel mágico 18 de abril de 1982 a las 12 del mediodía. Tocaron todo su repertorio, siete canciones, y como previo el Ave María, que se haría imprescindible en sus primeros conciertos, en los que el Drogas vestía con su famosa capa negra y salía con tono desafiante de un ataúd. Entre los asistentes de aquel primer concierto se encontraba Mikel Astrain, que a partir de entonces entró a formar parte del grupo como batería y que dos años más tarde perdería la vida a los 24 años de edad debido a un derrame cerebral después de tocar en un concierto en Artajona; también estaba Sergio Osés, quien pasaría a formar parte del grupo como guitarra y cantante, y Alfredo Piedrafita, quien por aquel entonces tocaba en un grupo llamado Pabellón Negro. La trayectoria de Sergio con Barricada fue muy corta. Solamente le dio tiempo a participar en el primer disco, Noche de rock and roll (Soñua, 1983), porque la inoportuna mili le obligó a abandonar el grupo. Fue ahí cuando entró como guitarra Alfredo Piedrafita.
Llama la atención sobre todo que el grupo dio sus primeros pasos como trío hasta la entrada de Sergio al grupo, quedando establecido así como cuarteto. Tras la repentina muerte de Mikel y la marcha forzada de Sergio, el grupo quedaría compuesto de la siguiente manera: Drogas (bajo y voz), Boni (guitarra y voz), Alfredo (guitarra) y Fernando Coronado (batería), quien reunía las características que la banda buscaba: sencillez y pegada.

Después de ofrecer bastantes bolos, sonar alguna de sus canciones por la radio y tras el éxito cosechado con Noche de rock and roll, el grupo se centró en lo que sería su segundo disco, Barrio Conflictivo (1984), título proveniente de lo expresado públicamente por el entonces delegado del Gobierno en Navarra, Luis Roldán, después de que se sucedieran varios altercados en el barrio pamplonés de la Txantrea. Para la edición de este disco contaron de nuevo con el sello local Soñua, y para preparar las canciones el grupo se encerró en una casa parroquial durante el verano. Si en el anterior disco contaron con la fugaz colaboración de Ramoncín, para este contaban con la minuciosa ayuda de su mentor, el maestro, Rosendo, que, pese a que figure como uno de los primeros productores de la banda, simplemente les ayudó incansablemente con su experiencia, sobre todo en el tema de los bajos. En el disco no podía faltar una dedicatoria a Mikel y la misma se encuentra en la canción Pon esa música de nuevo. Entre los dos primeros discos, Barricada ha logrado vender más de 150.000 copias.


Por aquel entonces, el grupo empezaba a saborear las mieles del éxito tanto por sus dos primeros discos como por el número de conciertos ofrecidos, éxito que propició a que varias multinacionales se fijaran en ellos y pusieran varias ofertas encima de la mesa, unido a la exigencia de que Barricada se trasladara a Madrid a vivir, cosa que la banda siempre se negó como buenos aldeanos que son. Fue el comienzo de la farándula y las lentejuelas.
Después de pegarle mil vueltas a todo y ante la presión de la gente sobre el qué dirán, la banda decidió fichar por la multi RCA. Este fichaje trajo mucha cola porque fue muy criticado por parte de un sector del público vasco que les calificó de vendidos, pero la banda necesitaba expandirse y darse a conocer en el Estado. Con esta multinacional sacaron a la calle su tercer disco, No hay Tregua (1986), álbum producido por Rosendo y que cuenta con 10 canciones, de las cuales 8 quería censurar la compañía, aunque gracias a la mediación del de Carabanchel todo pudo salir bien.
Las relaciones con RCA se fueron apagando, por lo que la banda fichó por Polygram, sello discográfico con el que editaron su cuarto disco, No sé que hacer contigo (1987), álbum que fue grabado en Ibiza y que de nuevo sufriría la censura, ya que no pudieron incluir el tema Bahía de Pasaia, que cuenta cómo la Guardia Civil acabó con varios miembros de Comandos Autónomos Anticapitalistas, alguno de ellos amigo del grupo.


En Ibiza grabaron también su quinto disco, Rojo (1988), que cuenta con Animal caliente, una de sus mejores temas y única canción de Barricada incluida en la lista de las 100 mejores del rock estatal realizada por la revista Rolling Stone.
De nuevo llegaron los problemas con la censura, esta vez con su sexto trabajo, Pasión por el ruido (1989), álbum que fue grabado nuevamente en Ibiza y que, en principio, se iba a titular En nombre de Dios, e incluía dicho tema, donde se critica soberanamente al Opus Dei. Tanto esta canción, como Bahía de Pasaia pudieron ver la luz oficialmente años más tarde, cuando publicaron un recopilatorio doble titulado Los Singles (1995), aunque la banda no se privó de tocarlas en directo en la mayoría de sus conciertos.
Durante los días 19 y 20 de diciembre en el pabellón de los deportes del Real Madrid, y el 21 en el palacio de deportes de Barcelona, Barricada ofreció dos conciertos multitudinarios grabados que sirvieron para editar su séptimo disco, Rocanrol (1990). Éste sería el primer álbum del grupo que llegaría a disco de oro, y que recientemente ha sido editado en DVD.

Tras el incendio sufrido en los estudios de Ibiza, el grupo decide desplazarse hasta Las Landas (Francia) para grabar su octavo disco, Por instinto (1991), álbum que incluye todo un himno y una de las canciones más cantadas, En blanco y negro. Durante este tiempo los miembros del grupo fueron capaces de sacar adelante los proyectos paralelos que compartían con otras bandas y hacer las veces de productores.
En los mismos estudios de Las Landas grabarían su noveno disco, Balas blancas (1992), álbum que contiene una de las canciones más conocidas, Oveja negra, y que, junto con Por instinto, superaría las 100.000 copias vendidas, confirmando, así, a Barricada como uno de los mejores grupos de rock del momento.
Dos años de giras frenéticas llenando hasta la bandera sirvieron para grabar en Londres su nuevo trabajo, La Araña (1994), que, junto a Insolencia (1996), son los dos discos más experimentales, diferentes, que ha hecho Barricada. El primero, pese al cambio de actitud, superó los 50.000 discos vendidos; del segundo llama la atención que fue grabado tocando todos a la vez, sólo las voces se grabaron aparte.
La relación contractual con la compañía discográfica Polygram duró 13 años, hasta que en septiembre de 1997 se graba el segundo directo de la banda, Salud y rocanrol, grabado en la Plaza de Toros de Pamplona ante más de 10.000 personas. Contó con las colaboraciones de Rosendo, Yosi, de Los Suaves, y Molly, de Hamlet.

Tras un parón de tres años, tiempo que sirvió para sacar adelante proyectos personales, la banda ficha por DRO, actual sello discográfico, y con el que editan su nuevo disco, Acción directa (2000), álbum grabado en Las Landas y el más punk de todos. Dos años más tarde, saldría a la calle Bésame (2002), disco que cuenta por primera vez con una colaboración ajena al grupo, la de Kutxi Romero (Marea), quien escribió El trompo. Después de la grabación y promoción del disco, Fernando Coronado abandona el grupo, siendo sustituido por el actual batería, Ibi Sagarna, quien ya fuera batería en el grupo paralelo de Alfredo, In Vitro.
El año 2003 significa un año de movidas y maratonianas jornadas de conciertos, en el que hay que destacar especialmente uno, el que celebraron en Villaba con numerosos invitados para celebrar y conmemorar sus 20 años de vida. Ese mismo año, Kutxi Romero organiza con varias bandas la preparación de un disco tributo a Barricada que vería la luz ese mismo año, bajo el título Un camino de piedras.
Al año siguiente se editó Hombre mate hombre (2004), último trabajo de estudio, porque Latidos y Mordiscos (2006), recoge los conciertos que Barricada ofreció en el Pabellón Anaitasuna (Latidos) y en el Teatro Gayarre de Pamplona, en acústico (Mordiscos).

El broche de oro a su espectacular carrera lo pone la rueda de prensa dada en Madrid hace dos años en la que se hacía público que Barricada había superado el millón discos vendidos a lo largo de su carrera, recibiendo ese mismo año, rodeados de amigos, el Disco de Diamante. Y la guinda al pastel la pone la magnífica e inolvidable gira ‘Otra noche sin dormir’, que reunió a tres bandas amigas como son Barricada, Rosendo y Aurora Beltrán, culminando en ese conciertazo histórico de la Plaza de las Ventas de Madrid.


Muchos años han pasado desde aquel 18 de abril de 1982, yo no había ni nacido, pero tengo la gran suerte de haberlos conocido intensamente a la vez que Marea. De eso, hace ya siete años. Y la verdad que no me arrepiento de nada, porque si tuviese que definir a Barricada en una palabra, esa sería ROCANROL. Verles tocar en directo es una delicia, de lo mejorcito, vaya. Porque es un grupo de directo y ellos siempre se han autodefinido así. Encima del escenario es donde hay que darlo todo, y donde ellos lo dan todo. Las tablas arden con las gotas de sudor del Boni, el público enloquece con el talento y carisma de El Drogas, los punteos se suceden con la constancia de Alfredo y la frescura y la pegada se mezclan con la energía de Ibi. Todo ello conjugado, entremezclado y respirado convierten a Barricada en un motor caliente del rocanrol, un no parar, un cañón que cualquiera que los vea no parece que pasen los años. Un ejemplo a seguir, una muestra del trabajo bien hecho, del árbol regado a diario, que saca a florecer sus frutos hasta en las peores condiciones climatológicas. Fuerza, respeto, honestidad, constancia, seguridad, elegancia, humildad, sencillez… valores que han sabido defender a capa y espada durante todos estos años y en los que se basa su filosofía, la que evita perder su compostura y les permite no quedarse quietos, sino ir de una a otra dirección, como dice una de sus canciones, la que muestra cada día que el trabajo en equipo da sus resultados, porque ellos son así, un buen grupo y mejor personas, en los más amplios sentidos de las palabras. Ellos son Barricada, a los que como mínimo hemos de darles las gracias por todo lo que nos han dado y a los que debemos esperar en un billar dispuestos a tentar a la suerte… porque hay que tentarla joder. ¡Aúpa los Barri!

Gracias por enseñarnos a amar el vicio y deja que esto no acabe nunca, Barricada. ¡¡¡ESKERRIK ASKO!!! ¡¡¡ZORIONAK!!!


Salud y Rocanrol.


EL COMPADRE WILLY (http://compadreorock.blogspot.com/)

1 comentario:

geoandi dijo...

muy wena compadre....menos mal q eran solo unas palabras jeje
nah.. es broma..los barri se merecen esto y mucho mas :D
Quien no quiere a los barri no quiere a su madre!!! xDDD

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