Lo que se presentaba como una magnífica noche de rock, con más de 5.000 personas congregadas en el Recinto Ferial Permanente de la capital ribereña, ansiosas por ver en directo a los míticos Extremoduro, con Robe a la cabeza, terminó deslucida por la actitud del cantante del grupo extremeño. Y eso que todos los augurios estaban de parte de la buena música y de la diversión.
Las inmediaciones del escenario elegido para el concierto estaban repletas de coches, único medio de transporte al no haber servicio de autobuses, y la gente se reunía en grupos para perpetuar la costumbre del botellón. La prohibición de introducir bebidas en el recinto hizo que el telonero, Doctor Deseo, no contara con un público tan nutrido como el que se congregaba en el exterior al calor de la cerveza, el calimocho y otros combinados varios. Al filo de las 22:45 horas, la procesión hacia la entrada para acceder al concierto provocaba colas antológicas en las que se mezclaban los incondicionales del grupo, de la Ribera y de otros puntos de la provincia y de la región, con aquellos arandinos que, estando de fiesta, no tenían otra alternativa más apetecible para esas horas de la noche del viernes (19-9-08)
Todo comenzó normalmente, con un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto. Las luces se apagaron, la música empezó a sonar y el público, entregado desde el primer acorde, dispuesto a demostrar el tirón que tienen las canciones de este grupo extremeño. Las primeras palabras de Robe, «buenas noches a todos menos a los que están ahí sentados», fueron el comienzo de una noche para olvidar. El alma mater del grupo se refería a una treintena de personas que estaban viendo el espectáculo desde fuera.
Tras interpretar tres temas, Robe paró su actuación durante unos 40 minutos a la espera de que las fuerzas del orden, Policía Nacional y Local e incluso una dotación de la Guardia Civil, desalojasen a ese pequeño grupo de personas que, por estar en la calle, tenían todo el derecho a permanecer ahí. Los efectivos policiales les invitaron a marcharse, para evitar que los ánimos se calentasen, y actuaron en todo momento con educación y corrección.
Robe reanudó su presencia en el escenario justificando su actitud en la defensa de los derechos de los artistas y de los que habían pagado su entrada para ver el directo. Eso encrespó los ánimos del público y muchos de los presentes abandonaron el recinto, yendo más de 300 a situarse en el lugar de donde habían invitado a marcharse a la anterior treintena de personas. Con su entrada pagada, estaban en su derecho de ver el concierto desde donde quisieran.
Esta postura debió de enfadar más al cantante de Extremoduro, que volvió a parar el concierto, para reanudarlo más tarde, otros 40 minutos, interpretando el resto del repertorio previsto pero sin parar, para no tener que escuchar las críticas que el público presente le lanzaba de forma casi unánime.
La situación pudo terminar peor ya que, algunos vehementes, lanzaron objetos al escenario y destrozaron algunas vallas de la zona del concierto. Otra forma de protestar, incivilizada quizás, pero protesta al fin y al cabo ante una actitud que no dice nada bueno del individuo que la mantenga o la defienda.
(www.diariodeburgos.es)
Bueno, pues, ¿qué decir de este incidente? La verdad es que se pueden sacar muchas conclusiones de lo ocurrido, tanto positivas como negativas, aunque creo que más negativas por la postura del Robe y por la opinión social generada.
A ver, en primer lugar, pienso que si el Robe ha actuado así será por algo, y es que para mí que le tocaba bastante los huevos que unas 30 personas alojadas fuera del recinto y sin entrada pudieran ver el concierto, mientras que las 5000 congregadas dentro lo veían igualmente. De ahí el cabreo del Robe. O todos pagan o no, pero lo que no puede ser es que unos cuantos se aprovechen de la situación y no respeten a la gente que sí ha pagado. Por ese lado, vale, estoy de acuerdo con Robe. Aunque también creo que el principal culpable de este follón es la organización, porque si ,desde un principio, se hubieran colocado vallas más altas o tapado de mejor forma la vista o acceso al recinto, se hubiese podido evitar todo esto cacao.
Pero bueno, lo siguiente sí que no tiene desperdicio alguno, y yo creo que ahí es donde viene el enfado y consiguiente abucheo de la gente hacia el Robe. Y es el momento en que, presumiblemente, la banda avisa a las fuerzas del orden para que despejaran la zona donde se encontraban aquellas personas que veían el concierto gratis y, así, cumplir con la “legalidad” implantada aquella noche por Robe. Lo más deprimente y penoso es que tuviesen que llamar a la ¡¡¡Policía!!! para, simplemente, apartar a esa gente que estaban en una vía pública, una simple calle, cuando creo yo que la calle es de todos y tienen el mismo derecho que todos de estar ahí, pero que, según el Robe, no para ver el concierto, porque no sé qué de los derechos de los artistas, del público allí congregado… Hay que ver lo serio que se ha hecho y civilizado cuando hasta hace poco le importaba todo una mierda. ¿Será que se le habrá subido el éxito a la cabeza con el disco de oro? Está muy bien defender cada uno lo suyo, porque el trabajo de los músicos tiene su tela y hay que entenderlo y respetarlo, pero de ahí a llamar la Policía por una tontería me parece patético, tanto que canta él lo de Estado policial. También es comprensible el enfado en cadena de la gente, porque siempre se ha considerado al Robe una persona muy liberal y que siempre predica que cada uno haga lo que quiera y muchas más cosas que no recuerdo, y que ahora salga diciendo estas cosas y actuando de esa manera, pues la gente se mosquea, se desilusiona y pierde toda concepción que tenía de uno de sus cantantes preferidos. Pero del Robe ya se sabe, ni él mismo se entiende. Basta con recordar un fragmento de una canción suya del disco Ley Innata en el que dice ser maestro de la contradicción, experto de romper lo prohibido.
Al fin y al cabo el público y sus fans son los que mandan, y visto lo visto por los foros, con bastantes críticas hacia Robe, creo que este hecho va a marcar un antes y un después en la banda, y la mayoría de la gente se va a dedicar a hacer otra cosa mejor que escuchar sus canciones, porque la gente, de verdad, que está bastante indignada. En fin, cada uno que saque sus propias conclusiones y que piense lo que quiera, aunque un mal día lo puede tener cualquiera; y recuerda Robe, te juzgarán sólo por tus errores (yo no).
Salud, compadres.
EL COMPADRE WILLY (http://compadreorock.blogspot.com)
Las inmediaciones del escenario elegido para el concierto estaban repletas de coches, único medio de transporte al no haber servicio de autobuses, y la gente se reunía en grupos para perpetuar la costumbre del botellón. La prohibición de introducir bebidas en el recinto hizo que el telonero, Doctor Deseo, no contara con un público tan nutrido como el que se congregaba en el exterior al calor de la cerveza, el calimocho y otros combinados varios. Al filo de las 22:45 horas, la procesión hacia la entrada para acceder al concierto provocaba colas antológicas en las que se mezclaban los incondicionales del grupo, de la Ribera y de otros puntos de la provincia y de la región, con aquellos arandinos que, estando de fiesta, no tenían otra alternativa más apetecible para esas horas de la noche del viernes (19-9-08)
Todo comenzó normalmente, con un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto. Las luces se apagaron, la música empezó a sonar y el público, entregado desde el primer acorde, dispuesto a demostrar el tirón que tienen las canciones de este grupo extremeño. Las primeras palabras de Robe, «buenas noches a todos menos a los que están ahí sentados», fueron el comienzo de una noche para olvidar. El alma mater del grupo se refería a una treintena de personas que estaban viendo el espectáculo desde fuera.
Tras interpretar tres temas, Robe paró su actuación durante unos 40 minutos a la espera de que las fuerzas del orden, Policía Nacional y Local e incluso una dotación de la Guardia Civil, desalojasen a ese pequeño grupo de personas que, por estar en la calle, tenían todo el derecho a permanecer ahí. Los efectivos policiales les invitaron a marcharse, para evitar que los ánimos se calentasen, y actuaron en todo momento con educación y corrección.
Robe reanudó su presencia en el escenario justificando su actitud en la defensa de los derechos de los artistas y de los que habían pagado su entrada para ver el directo. Eso encrespó los ánimos del público y muchos de los presentes abandonaron el recinto, yendo más de 300 a situarse en el lugar de donde habían invitado a marcharse a la anterior treintena de personas. Con su entrada pagada, estaban en su derecho de ver el concierto desde donde quisieran.
Esta postura debió de enfadar más al cantante de Extremoduro, que volvió a parar el concierto, para reanudarlo más tarde, otros 40 minutos, interpretando el resto del repertorio previsto pero sin parar, para no tener que escuchar las críticas que el público presente le lanzaba de forma casi unánime.
La situación pudo terminar peor ya que, algunos vehementes, lanzaron objetos al escenario y destrozaron algunas vallas de la zona del concierto. Otra forma de protestar, incivilizada quizás, pero protesta al fin y al cabo ante una actitud que no dice nada bueno del individuo que la mantenga o la defienda.
(www.diariodeburgos.es)
Bueno, pues, ¿qué decir de este incidente? La verdad es que se pueden sacar muchas conclusiones de lo ocurrido, tanto positivas como negativas, aunque creo que más negativas por la postura del Robe y por la opinión social generada.
A ver, en primer lugar, pienso que si el Robe ha actuado así será por algo, y es que para mí que le tocaba bastante los huevos que unas 30 personas alojadas fuera del recinto y sin entrada pudieran ver el concierto, mientras que las 5000 congregadas dentro lo veían igualmente. De ahí el cabreo del Robe. O todos pagan o no, pero lo que no puede ser es que unos cuantos se aprovechen de la situación y no respeten a la gente que sí ha pagado. Por ese lado, vale, estoy de acuerdo con Robe. Aunque también creo que el principal culpable de este follón es la organización, porque si ,desde un principio, se hubieran colocado vallas más altas o tapado de mejor forma la vista o acceso al recinto, se hubiese podido evitar todo esto cacao.
Pero bueno, lo siguiente sí que no tiene desperdicio alguno, y yo creo que ahí es donde viene el enfado y consiguiente abucheo de la gente hacia el Robe. Y es el momento en que, presumiblemente, la banda avisa a las fuerzas del orden para que despejaran la zona donde se encontraban aquellas personas que veían el concierto gratis y, así, cumplir con la “legalidad” implantada aquella noche por Robe. Lo más deprimente y penoso es que tuviesen que llamar a la ¡¡¡Policía!!! para, simplemente, apartar a esa gente que estaban en una vía pública, una simple calle, cuando creo yo que la calle es de todos y tienen el mismo derecho que todos de estar ahí, pero que, según el Robe, no para ver el concierto, porque no sé qué de los derechos de los artistas, del público allí congregado… Hay que ver lo serio que se ha hecho y civilizado cuando hasta hace poco le importaba todo una mierda. ¿Será que se le habrá subido el éxito a la cabeza con el disco de oro? Está muy bien defender cada uno lo suyo, porque el trabajo de los músicos tiene su tela y hay que entenderlo y respetarlo, pero de ahí a llamar la Policía por una tontería me parece patético, tanto que canta él lo de Estado policial. También es comprensible el enfado en cadena de la gente, porque siempre se ha considerado al Robe una persona muy liberal y que siempre predica que cada uno haga lo que quiera y muchas más cosas que no recuerdo, y que ahora salga diciendo estas cosas y actuando de esa manera, pues la gente se mosquea, se desilusiona y pierde toda concepción que tenía de uno de sus cantantes preferidos. Pero del Robe ya se sabe, ni él mismo se entiende. Basta con recordar un fragmento de una canción suya del disco Ley Innata en el que dice ser maestro de la contradicción, experto de romper lo prohibido.
Al fin y al cabo el público y sus fans son los que mandan, y visto lo visto por los foros, con bastantes críticas hacia Robe, creo que este hecho va a marcar un antes y un después en la banda, y la mayoría de la gente se va a dedicar a hacer otra cosa mejor que escuchar sus canciones, porque la gente, de verdad, que está bastante indignada. En fin, cada uno que saque sus propias conclusiones y que piense lo que quiera, aunque un mal día lo puede tener cualquiera; y recuerda Robe, te juzgarán sólo por tus errores (yo no).
Salud, compadres.
EL COMPADRE WILLY (http://compadreorock.blogspot.com)
2 comentarios:
Sinceramente los hechos de este ultimo concierto me parecen increibles. Me encanta extremo... me compro su entrada.... espero con ansias el concierto de la semana q viene... y ahora me vienen con semejante cagada¿? Joder si estoy por romper la entrada! Tenia otra imagen de extremo pero el robe se ha meado encima. Definitivamente extremoduro acaba de morir para mi... ire al concierto pq ya lo he pagado pero creo que en esos momentos prefiero escuchar 5 horas seguidas de reggeatton solo en mi casa que extremoduro en escena. Solo espero que sea rapido y se retiren con dignidad, pq creo q acaban de perder a muchos de sus fans mas fieles
Agúr
Ayer me entere de todo lo sucedido. A primera vista el único fallo que le veo al asunto es el echo de que Robe o cualquiera del grupo llamara a la guardia civil para despejar una zona pública. Si vas a hacer un concierto lo normal es que el recinto este en condiciones y si no es así pues no se hace el concierto. También hay que decir, que en el caso de que no se le hubiera llamado la atención a la gente allí congregada, seguramente muchos de los del público que ahora protestan tanto, estarían poniendo a caldo también a extremoduro, con la escusa de que: "yo he pagado una entrada y los otros no."
La verdad es que en estas cosas es difícil complacer a todo el mundo. La decisión en este caso fue la ya conocida, no creo que afecte en nada al futuro del grupo. A quien le guste extremoduro ya se sabe como son y desde hace años.
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