
Cantadas en un susurro o de forma desgarradora, en las letras también existe rotundidad: Albertucho practica la autocrítica sin ninguna compasión, y tampoco se corta a la hora de contar la triste historia de Una niña, de hablar con tanta ternura como sarcasmo de La primavera en su ciudad, o de narrar una cinematográfica despedida durante la Guerra Civil en Ojos de ceniza. Ni al dedicarle una joyita tallada con ukelele a su madre, Purita dinamita: “Ya era hora de hacerle una canción, un detallito con mucho corazón”. Albertucho y Juande no han estado solos en Casadiós, el estudio de genial nombre del productor. Por allí han pasado, entre otros, Ricardo Moreno (Los Ronaldos) aportando su sabiduría a la batería; Alejandro Pelayo, de Marlango, tocando algún piano; Xoel López , un habitual de la casa, metiendo una guitarra; Diego El Ratón Pozo, de Delinqüentes, dándolo todo en varios temas, y su compañero Canijo cantando en la venenosa El cuento del que no limpia el fregadero…
Podéis escuchar uno de los temas que irá incluido en el disco, “La primavera”:
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