De este pequeño fragmento del poeta sevillano Luis Cernuda proviene el título de uno de los discos más elaborados y completos del cuarteto navarro,
‘La tierra está sorda’. Sin lugar a dudas el proyecto más ambicioso de la banda hasta el momento y cuyo denominador común es la conceptualidad en torno a la que giran los 18 temas que componen el disco: La Guerra Civil Española. Temática compleja contada aquí desde el lado de los vencidos y que ha llevado a El Drogas a empaparse de un montón de libros, documentos varios y rodearse de historiadores durante los tres años de gestación del disco, para desembocar finalmente en lo que realmente es, una auténtica obra maestra al alcance de muy pocos grupos, llena de rabia y emotividad, que nos hace recordar (incluso llorar por momentos), pero, sobre todo, no olvidar a los que un día lucharon por la libertad.
Dada la envergadura y complejidad de una obra como esta, la ardua tarea de avivar la memoria y poner voz y música a los olvidados es algo que ninguna otra banda habría sido capaz de realizar, a no ser que tenga muchos años de experiencia musical, mucho talento profesional y la seña principal de identidad que ha caracterizado desde sus orígenes a un grupo como Barricada: la lucha y su rock combativo. Tampoco debemos olvidarnos del gran protagonismo que adquiere El Drogas en el disco, quien, tras el reconocimiento de su propia ignorancia al respecto, se sumerge de lleno a base de muchas lecturas y documentación (hasta 76 libros se ha llegado a leer) en una de las historias cívicas más tristes de nuestro país, labor que queda recogida mediante bibliografía y referencias históricas en el extenso libreto (de unas 180 páginas) que acompaña al disco. Un disco que ha sido grabado en
El Sótano (Artika) por
Iker Piedrafita (entre enero y abril de 2009) y mezclado y masterizado en
Helsinki (Finlandia) por
Asku Hantsu (Sonic Pump) y
Svante Forsbäck (Chartmakers). Producido por la propia banda y la talentosa juventud de Iker Piedrafita, quien además presta para la ocasión su maestría en los teclados, ‘La Tierra está sorda’ se convierte así en su álbum número diecinueve en sus veintisiete años de historia.
18 canciones (ó 67 minutos que es lo que dura el compacto) quizá sean demasiadas para los que estamos acostumbrados a escuchar discos de canciones que apenas superan los cuarenta minutos, pero claro, también podemos pensar que un disco de tal naturaleza en el que se trata un tema como el de la Guerra Civil Española del que tantas veces se ha hablado, debería durar una eternidad, para así cerrar bocas grandes y abrir oídos pequeños, porque a veces viene bien practicar eso que llaman memoria histórica.
El disco, todo él en su conjunto conceptual, empieza en clave victoriosa con
Desfilan, primer tema introductorio arropado en sus primeros segundos por el 'Cara al sol' y que irrumpe con fuerza para dar paso a
Sotanas, el mejor tema del disco en mi opinión y que sirve de denuncia general, en este caso dirigida al papel determinante que jugó la Iglesia durante la Guerra Civil, junto a otros como es
Los Maestros, quinto corte que alude al desmerecimiento y deshonra que sufrieron éstos por dar cultura y conocimiento en aquellos años tan difíciles por los que el régimen franquista optaba por el analfabetismo.
Destacan, asimismo, historias personales que logran ponerte los ojos lagrimosos y el nudo en el estómago. Sirva de ejemplo
Hasta siempre, Tensi, texto de la novelista ‘Dulce Chacón’ y magníficamente interpretado por El Drogas;
Matilde Landa, la historia de la eterna republicana que gana en credibilidad y emotividad por tratarse de un tema acústico, al igual que
Suela de alpargata; o
Es una carta, cantada por Boni y que cuenta el sufrimiento y la resignación, antes de ser fusilados, de todos aquellos condenados que se despedían entristecidos de sus familiares a través del único medio posible, una carta. Estremecedora historia.
También me gustaría insistir, dejando a un lado la exhaustividad de ir desgranando canción por canción, todas ellas narrando historias diferentes pero sin perder nunca su denominador común, en el notable protagonismo que adquiere El Drogas en prácticamente todo el disco. Tanto es así que Boni canta menos que otras veces (sólo canta en 6 de las 18 canciones que componen el disco), dejando patente que éste es un trabajo muy personal que tenía pendiente estos años El Drogas y que lo ha sabido hacer muy suyo, superándose a si mismo tanto en los registros vocales como en la composición de las letras, sin desmerecer, por supuesto, el trabajo compositivo del resto de los miembros y la labor encomiable de Iker Piedrafita, quien ha sabido aportar su talento en los arreglos y metiendo teclado. Muy acertado también es el orden que sigue cada canción en el disco, porque para tratarse de un disco largo, logra seguir una línea racional que permite relacionar de algún modo los acontecimientos temporales, convirtiéndose de esta manera en un trabajo redondo. Prueba de ello es cómo termina el disco, con el tema
Una lágrima en el suelo, el cual va
in crescendo a medida que la voz principal crece y se incorporan nuevos instrumentos. No podía acabar de mejor forma el disco que rindiendo homenaje a los perdedores y exiliados (“Ahora es echar a andar una lágrima en el suelo, deja la tierra marcada por los pasos de este miedo”), en contraposición al tema de apertura del disco. Tampoco debemos olvidar el sonido inmejorable que ofrece el compacto (consecuencia más que probable de haberlo mezclado y masterizado en Finlandia), contundente y directo, que permite hacerlo más rabioso si cabe, quedando los instrumentos muy nítidamente marcados, aunque ciertamente he echado en falta algo más de guitarreo y solos en algún que otro tema. Esta carencia tal vez logra solventarse con la cantidad de coros (algo positivo, incluso diría que hasta necesario en cualquier banda de rock) que acompañan a la mayoría de las canciones, ganando cada una de ellas mayor consistencia.
Por tanto, y en resumidas cuentas, sólo cabe añadir que estamos ante una obra maestra muy laboriosa y lograda, caracterizada por la emotividad, la rabia y la densidad, lo que requiere de varias escuchas para acabar concluyendo que ha tenido que estallar una Guerra Civil Española, la más cruenta historia jamás contada y que nunca debió haber existido, para que Barricada alzara su voz y sus púas en ‘La Tierra está sorda’, formidable trabajo que viene a confirmar aquello que dice que las cosas bien hechas, suelen salir bien.
EL COMPADRE WILLY (
http://compadreorock.blogspot.com/)
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